Jorge Carrillo Olea y Amado Carrillo Fuentes, la  triste historia de cómo el paraíso fue erradicado de Cuernavaca.

Juan Ignacio Suarez Huape

Desde tiempos coloniales la ciudad de Cuernavaca fue considerada un paraíso, su clima excepcional uno de los mas agradable del mundo entero, la hospitalidad de sus habitantes, la tranquilidad de su entorno, la hicieron sede lo mismo del imperio económico forjado por el sanguinario conquistador Hernán Cortez, ahora honrado por gobiernos panistas y priistas, que de potentados coloniales como el acaudalado minero José de la Borda, quien al menos dejo un gran legado para la ciudad, con todo y fantasmas que por ahí deambulan; en tiempos modernos no existe caudillo de la revolución mexicana, artista o empresario nacional o internacional de renombre que no tenga su casita de fin de semana en Cuernavaca o sus alrededores: Cuernavaca también fue un gran atractivo para  muchos pensionados y estudiantes extranjeros que encontraban un oasis de paz y exuberante vegetación.Pues Los dos Carrillos, el de Sinaloa y el Morelos fueron los pioneros de la destrucción del paraíso tlahuica, acelerada con Sergio y su suegro Azul, y culminada hoy con Marco  Adame y sus amigos Beltrán Leyva.

A toro pasado el General ahora si tiene quien le escriba, quien le entreviste y ahora nos quiera vender su versión de la triste historia de un General experto en temas de narcotráfico, forjador del moderno Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional, engañado por un Procurador de Justicia obsesionado por su amor infinito a la institución.

Retomemos sus propias palabras, tomadas de su entrevista  en la Jornada Morelos

“Peredo tenía muchas cualidades, pero tenía un defecto que yo no le conocía y que creo que son de esos defectos que brotan en las personalidades ante los estímulos y que yo tardé en detectar que es un amor a la camiseta que lo apartaba de un juicio crítico. Entonces todo lo que iba pasando todo tenía justificación, todo tenía explicación. Entonces estamos llegando a mi gran error.
“Pero no quisiera yo que esto se convirtiera en demonio a una persona, porque esto es injusto y anti inteligente. El demonio no reside en una persona, reside en un sinnúmero de cosas. Entonces Peredo no es el diablo ni fue el diablo. Pero sí fue el factor que permitió varios desasosiegos en la Procuraduría por un exceso de cariño hacia sus estructuras, un celo muy grande hacia su gente, y que yo tardé en detectar mucho tiempo. Ese diría yo que fue el error más grande en cuatro años”

Desasosiegos, desasosiegos. Bonita palabra para justificar que la Procuraduría se hubiese convertido en la agencia particular de seguridad privada del Señor Amado Carrillo Fuentes; que el grupo antisecuestros del General Jesús Miyazahua y del Comandante  Armando Martínez Salgado  hubiesen mutado en la comandancia estatal del secuestro organizado. ¡Que pequeños desasosiegos ¡  ¡Que pequeños detalles para un hombre con el talento, la cultura y la experiencia de mi paisano Jorge Carrillo Olea  (Efectivamente de Jojutla, ahí nació don Jorge, pero nunca vivió, ahí no naci yo pero ahí viví 30 años)

Ni una palabra de autocritica para explicar como y cuando las familias del Señor Carrillo Fuentes se asentaran a lo largo y ancho de Morelos, ya en la fastuosa Hacienda de la Luz, ya en Vista Hermosa, ya en la calle Rufino Tamayo, tanto confort y seguridad tenia el Señor de los Cielos que en Morelos convivía con sus dos familias, menos aun para explicar como era posible que las casas de Peredo y Amado se comunicaran por un túnel.Ni una palabra para explicar la cadena de secuestros de empresarios y comerciantes, casi todos organizados, controlados desde la oficina de Martínez Salgado. Efectivamente tiene razón Jorge Carrillo Olea cuando señala la existencia de un enfrentamiento abierto con el presidente Ernesto Zedillo, quien mediante la operación política de Liebano Sáenz, opero buena parte de la maquinaria de prensa, política y social contra el General.

Quizás cuando el ahora empleado, ejecutivo y socio de diversas trasnacionales, su verdadera vocación, escriba sus memorias, sabremos las razones de la inquina de Ernesto Zedillo contra el padrino político de Sergio Estrada Cajigal.

La llegada y asentamiento de Amado Carrillo Fuentes en Morelos como su centro de operación nacional y la cauda de secuestros operada por su equipo de seguridad, sin duda alguna marcan el punto de ruptura del paraíso tlahuica. Ninguna fuerza política de la entidad quiso ahondar en la estructura de seguridad creada alrededor de Amado Carrillo, de los comandantes involucrados ya en el trasiego de droga, en los policías responsables del cobro de piso a las narcotienditas y narcomenudista. Toda esa estructura heredada a Agustín Montiel López siguió funcionando como un perfecto engranaje, durante el gobierno del hijo político de Carrillo Olea.

Con la alternancia en el gobierno estatal y la alternancia política en los gobiernos municipales, el narco contamino a todos los partidos políticos con su dinero, con su poder intimidatorio.  Un tema central que ahora retoma el propio Carrillo Olea es el del lavado de dinero del Narco, tiene absoluta razón el general cuando afirma.. “El lavado de dinero es el otro recurso vital para el negocio. Medio ignorado hace una década hoy está en la conciencia de todos el que junto con los flujos ilegales de armas, son los recursos que sostienen la rentabilidad y viabilidad de la negociación en todos sus niveles. Véase la fortuna del señor. Joaquín Guzmán. Está en nuestra conciencia, lo sabemos todos, pero las autoridades hacendarias se niegan a cumplir con su deber por la vía del silencio y la simulación. “Las inversiones extranjeras peligrarían”, es su canción”

Algo que no plantea Carrillo Olea es que el lavado, el corazón del narco, nos lleva de la mano al escritorio de los verdaderos jefes del narco, los que realmente se llevan la parte del león, los que parten el pastel pues de este negocio trasnacional.

 El investigador norteamericano, James Petras señala que Hay consenso entre los investigadores parlamentarios norteamericanos, los ex banqueros y los expertos bancarios internacionales que los bancos estadounidenses y europeos lavan entre 500 mil millones y un billón de dólares en dinero sucio anualmente. La mitad de esa suma es lavada por los bancos norteamericanos. Los más grandes bancos de Estados Unidos -el J.P. Morgan, Chase Manhattan y especialmente el Citibank- obtienen un alto porcentaje de sus ganancias del servicio de este "dinero sucio". Los grandes bancos y otras instituciones claves sostienen el poder global de Estados Unidos a través del lavado de dinero y el manejo de dineros ilegales generados fuera de Estados Unidos.
Los jefes del narco pues, los dueños del negocio, están en las mullidas y placidas oficinas del sistema financiero de Nueva York, Miami o Chicago, Al Capone y Vito Carleone,  morirían de envidia, a estos  ciudadanos nadie los persigue, a estos  se les rinde pleitesía y honores, ponen y quitan gobernantes, son gente integra y ejemplo de moralidad.
Ello explica el esquema de lavado en México, exactamente igual al de Estados Unidos, ningún político de altos vuelos, ningún gobernador, ningún obispo, ningún empresario importante, mucho menos algún banquero serán acusados de enlodarse con el narco, las barandillas de los ministerios públicos son para la barbie, los zetas, los Lazcano, la familia, y demás fauna entrenada por los mejores militares de Estados Unidos, entrenados cuando fueron jefes al servicio supuestamente del gobierno mexicano. Hoy aplican los métodos de contrainsurgencia y propaganda que bien aprendieron en las escuelas gringas. Los ríos de dinero del narco son fundamentales, básicos, imprescindibles para las campañas políticas de todos los partidos, ello explica la pudrición de nuestra clase política, ello explica la colusión monumental hoy existente, ello explica la ambición desaforada y absurda  de Felipe Calderón por imponer el monopolio del trasiego de droga a cargo de su socio el Chapo Guzmán, quiere hacer lo mismo que Salinas hizo con Slim, tener el monopolio de una de las empresas mas rentables del país y de América Latina.